Tejedora de sueños, pescadora de caricias
Perdiste la certeza de la última esperanza.
Vendedora de ensueños sin oscuras malicias
Perdiste la batalla contra la cruel distancia.
Le ganaste la guerra a los odios voráces
Le ganaste a la lógica y a la rebeldía,
Aprendiste a cazar estrellas fugáces
Pero te queda mucho que aprender todavía.
Reparaste ilusiones que llegaban tardías.
Repartiste sonrisas, la tuya regalaste,
Pero al llegar al fondo del saco que tenías
Te ha quedado en las manos lo que no olvidaste.
¿Quién va a poder ahora tejerte a tí tu sueño?
Ya no aceptas caricias, tampoco quieres dar.
¿Quién habrá que reviva ese amor tan pequeño?
El único que estás dispuesto a regalar.
Hoy pasé por tu puerta y la encontré cerrada
Y una nota decía que te ibas muy lejos
Para olvidar que te has perdido en su mirada,
Para olvidar su sombra pegada a tus reflejos.
¿Pero de qué te sirve triste pescadora?
No podrás olvidarlo aunque salgas huyendo.
Vuelve a casa, regresa, niña soñadora
Que hasta el fín de tus días lo seguirás queriendo.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment